¿Qué es la inmunoterapia?
La inmunoterapia es un tratamiento que ayuda a nuestro propio sistema inmunológico a combatir enfermedades. En lugar de atacar directamente a los microbios o células cancerosas, como hacen los medicamentos tradicionales, la inmunoterapia enseña y fortalece a nuestras defensas naturales para que hagan ese trabajo por sí mismas.
Aunque este tratamiento se ha hecho muy conocido por su éxito contra algunos tipos de cáncer, también se usa (o se está estudiando) para tratar alergias, enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, e incluso infecciones crónicas como el VIH.
¿Cómo funciona nuestro sistema inmunológico?
Nuestro sistema inmunológico es como un ejército que protege al cuerpo. Detecta y elimina amenazas como bacterias, virus o células anormales que podrían convertirse en tumores. A veces, sin embargo, este sistema falla:
Puede no reconocer a las células cancerosas.
Puede reaccionar de manera exagerada contra cosas inofensivas, como el polen (alergias).
O puede atacar al propio cuerpo, como ocurre en enfermedades autoinmunes.
La inmunoterapia busca corregir estos errores y potenciar las defensas.

¿Qué tipos de inmunoterapia existen?
Contra el cáncer
La inmunoterapia ha revolucionado el tratamiento de algunos cánceres:
Medicamentos que liberan los “frenos” del sistema inmunológico: Algunas proteínas frenan el sistema inmunitario para evitar que ataque al propio cuerpo. Los tumores aprovechan esto para esconderse. Medicamentos como el nivolumab y el pembrolizumab bloquean esos frenos, dejando que las defensas ataquen al cáncer.
Terapia con células CAR-T: Se extraen células defensivas del paciente, se modifican en el laboratorio para que reconozcan al tumor y luego se devuelven al cuerpo. Es como darle al ejército un mapa detallado del enemigo. Ha sido muy eficaz en ciertos tipos de leucemia y linfoma.
Vacunas contra el cáncer: No son preventivas, como las de la gripe, sino que ayudan al cuerpo a reconocer y destruir células tumorales.
Citocinas: Son proteínas naturales que ayudan a activar las defensas del cuerpo. Se pueden administrar como medicamentos.
Contra enfermedades autoinmunes
En este caso, el problema es que el sistema inmune ataca por error a órganos sanos. Aquí la inmunoterapia busca “calmarlo”:
Algunos fármacos bloquean proteínas inflamatorias (como el factor de necrosis tumoral).
Otros controlan la actividad de células inmunitarias hiperactivas.
Contra las alergias
La inmunoterapia para alergias consiste en administrar pequeñas cantidades del alérgeno (por ejemplo, polen) durante un tiempo prolongado para que el cuerpo aprenda a tolerarlo sin reaccionar exageradamente. Con el tiempo, puede aliviar o incluso eliminar los síntomas.
Contra infecciones
Se está investigando su uso en infecciones como el VIH o la tuberculosis, ayudando al cuerpo a combatir virus o bacterias que ha sido incapaz de eliminar por sí solo.
¿Cuáles son las ventajas de la inmunoterapia?
En algunos pacientes con cáncer, logra eliminar tumores donde otros tratamientos habían fallado.
Puede tener efectos duraderos, ya que el sistema inmunitario “recuerda” al enemigo.
A veces tiene menos efectos secundarios que la quimioterapia.
¿Tiene riesgos o desventajas?
Sí, como cualquier tratamiento médico:
- No todos los pacientes responden bien.
- Puede provocar que el sistema inmune ataque órganos sanos, causando inflamación en órganos como el colon, los pulmones o la piel.
- Es un tratamiento costoso y complejo.
- Los efectos no siempre son inmediatos.
¿Qué avances recientes ha habido?
En los últimos años, los investigadores han mejorado la precisión de estas terapias:
Han creado terapias CAR-T más eficaces incluso contra tumores sólidos (no solo contra la leucemia).
Han combinado inmunoterapia con otros tratamientos (como la quimioterapia o la radioterapia) para mejorar los resultados.
Están usando inteligencia artificial y análisis genéticos para personalizar el tratamiento según las características de cada paciente.
¿Qué futuro le espera a la inmunoterapia?
El futuro de la inmunoterapia es muy prometedor:
Se espera que más tipos de cáncer puedan tratarse con estas técnicas.
Podrían usarse en más enfermedades autoinmunes e infecciosas.
La investigación busca que los tratamientos sean más seguros, más rápidos y menos costosos.