Habitualmente, las hemorroides se tratan y desaparecen sin necesidad de extirparlas quirúrgicamente. Los tratamientos caseros como dietas ricas en fibra, laxantes, reblandecedores de materia fecal, supositorios, medicamentos y baños tibios, suelen proporcionan el alivio adecuado.
Si esto no ocurre, existe otra instancia antes de llegar a la cirugía: la coagulación infrarroja. Esta técnica que realiza el cirujano o el gastroenterólogo consiste en aplicar un tratamiento de calor para encoger las hemorroides internas.
Pero, existen casos que no responden a las terapias anteriores, y que requieren de una intervención quirúrgica. Son los casos de hemorroides que sobresalen al exterior, que no se reducen con el tiempo, trombosadas, inflamadas o gangrenadas. En estos casos la cirugía ofrece una solución más rápida para los síntomas, y el período de recuperación es corto.
La cirugía de hemorroides consiste en ligar la base de la hemorroide para evitar el sangrado interno y luego extirparla. Se puede realizar mediante las siguientes técnicas:
1. Ligadura con banda de caucho: Algunos cirujanos colocan una banda de caucho alrededor de la base de la hemorroide para impedir el flujo sanguíneo; luego el tejido cae por sí mismo y se mezcla con la materia fecal.
2. Inyección de un agente esclerosante: Otros cirujanos inyectan en la base de la hemorroide un agente esclerosante que destruye los vasos de la hemorroide y también hace que ésta caiga y se mezcle con la materia fecal.
3. Hemorroidectomía quirúrgica: extirpación de venas inflamadas alrededor del ano. Las hemorroides se pueden extirpar usando una grapadora especial o puntos de sutura. El paciente puede estar sedado mediante anestesia local o dormido con anestesia general. Después de extirpar las hemorroides, las suturas se disuelven por sí solas.
¿Qué hacer después de la intervención quirúrgica de hemorroides?
Más del 90% de las cirugías de hemorroides son exitosas. Después de la cirugía, el paciente siente un dolor fuerte a medida que el ano se contrae y se relaja, pero existen medidas para aliviar este malestar:
* Consumir una dieta rica en fibra y evitar el estreñimiento
* Utilizar reblandecedores de materia fecal para facilitar la evacuación intestinal,
Normalmente las hemorroides mejoran solas, pero puedes seguir estos consejos para aliviar el dolor, hinchazón y picazón:
* Beber de 8 a 10 vasos de agua al día,
* Realizar baños con agua tibia para proporcionar alivio,
* Evitar levantar cosas o la actividad extenuante.
Es posible recuperarse totalmente en dos semanas. Gradualmente la persona retorna a sus actividades normales.
El pronóstico por lo general es muy bueno para la mayoría de las personas. Sin embargo, debes saber que se pueden desarrollar nuevas hemorroides.
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