Hoy día las operaciones de miopía se realizan con la última tecnología y ofrecen muy buenos resultados. En el artículo de hoy te explicamos como es la operación, las técnicas que se utilizan y que puedes esperar de ellas.
La operación de miopía es la intervención quirúrgica que se utiliza para corregir esta patología ocular del sistema refractario del ojo que impide enfocar los objetos de larga distancia correctamente.
Normalmente la miopía se detecta durante la niñez y avanza progresivamente hasta la edad adulta. La forma más efectiva de prevención para su tratamiento son las revisiones anuales oftalmológicas.
El tratamiento definitivo pasa por una intervención quirúrgica que debe ser estudiada minuciosamente en cada caso tal y como lo hace el equipo de Oftalmólogos Martínez de Carneros.
Actualmente la operación de miopía más empleada en la mayoría de pacientes es la cirugía refractaria, que ha sustituido a los anteriores procesos quirúrgicos evitando y reduciendo al máximo los efectos secundarios de la operación como los ojos secos y la necesidad de utilizar lágrimas artificiales de forma permanente.
La cirugía refractiva láser es el procedimiento quirúrgico que se emplea para corregir los defectos visuales de la refracción, principalmente la miopía, astigmatismo e hipermetropía.
La cirugía refractiva permite corregir varios defectos de refracción al mismo tiempo incluso aquellos que presentan más dioptrías en una misma intervención, mejorando sensiblemente la calidad de vida del paciente, que podrá incorporarse a su rutina diaria en poco tiempo.
Existen principalmente dos técnicas de cirugía refractaria ocular para la corrección de la miopía que son; Lasik y PRK (queratectomía fotorrefractiva).
Técnica LASIK
La técnica LASIK utiliza un láser muy preciso denominado excimer. Se trata de una cirugía ambulatoria que se lleva a cabo con anestesia local, es totalmente indolora y el paciente puede recuperar su vida normal a las 24H de la intervención.
Las complicaciones del posoperatorio son prácticamente nulas si se siguen los cuidados adecuados recomendados por el profesional. La visión se va estabilizando progresivamente al igual que los efectos secundarios, como visión borrosa o nublada, sequedad en los ojos y sensibilidad a la luz. En algunos casos este proceso puede tardar unos seis meses.
Técnica PRK
La técnica PRK también utiliza el mismo láser pero el instrumento quirúrgico es distinto, mientras el LASIK emplea un bisturí eléctrico con un dispositivo rotativo denominado microqueratomo que hace una pequeña incisión para remodelar la córnea, que en el PRK no se efectúa este corte y tan sólo se elimina 50 micras de epitelio corneal con alcohol.
Las diferencias de ambos procedimientos en la operación de miopía en cuanto al postoperatorio más reseñables, son el tiempo de recuperación y las molestias, pues mientras con LASIK el paciente recupera la vista en menos 24H pudiendo volver casi de inmediato a su vida normal, en el PRK suelen presentarse más dolores y molestias postoperatorias además de requerir el empleo de lentes blancos de protección sin graduación durante el tiempo recomendado por el especialista.
La elección de un procedimiento quirúrgico u otro debe ser evaluada por el cirujano en función de las características del paciente, pues no todas las personas son aptas para la cirugía. En casos de que la cornea sea muy fina o se desempeñen trabajos o profesiones de riesgo, suele optarse por el PRK .
Existen otras técnicas empleadas en la operación de miopía que igualmente deberán ser evaluadas en función de las características de cada paciente, como la implantación de lentes epicapsulares flexibles, que suelen implantarse cuando la capa córnea es excesivamente delgada o con miopías elevadas.
La cirugía refractiva por facoemulsificación es una técnica quirúrgica recomendada para mayores de cincuenta años que presentan agudizados defectos en refracción y en la que también se corrige la presencia de cataratas a través de la extracción del cristalino y la implantación de una lente sustitutiva.
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