✅ ¿Qué es la blefaroplastia?
Se trata de un procedimiento quirúrgico con el que se corrige el exceso de piel, eliminado así las bolsas de los ojos, tanto superiores como inferiores. Es un tratamiento con el que se consigue rejuvenecer los párpados, para que nunca pierdas esa mirada fresca y joven que tanto te gusta.
Es probable que la blefaroplastia se realice por cuestiones de salud visual, lo que se conoce como una blefaroplastia funcional, pues en estos casos, la piel reduce el campo visual y supone por lo tanto una molestia. No obstante, suele ser un tratamiento puramente estético, ya que con él se puede conseguir que tus ojos retrocedan unos 10 años o más en el tiempo.
Los resultados obtenidos suelen ser muy positivos, pues los párpados y el aspecto de los ojos en general son tan naturales que en ningún momento parecerá que te has sometido a esta cirugía. Las cicatrices no son visibles y resulta bastante difícil ver las marcas resultantes, pues hoy en día los métodos quirúrgicos modernos han permitido mejorar esta intervención y hacerla mucho menos invasiva y eficaz.
La intervención varía de una persona a otra, ya que no todos tenemos las mismas facciones ni necesitamos los mismos cambios, pero es importante saber que en todo momento se respeta la salud ocular y no se daña en absoluto, por lo que en ese sentido no tendrás de qué preocuparte.
No es posible establecer un rango de edad apropiado para dicha intervención, pues las bolsas de los ojos en el párpado inferior o el exceso de piel en el superior, es algo que nadie puede controlar y que pueden aparecer a cualquier edad. Por ello, tu edad es algo que realmente no afecta al tratamiento, pues se trata de una cirugía breve, con un postoperatorio sencillo y resultados de larga duración.
✅ Cirugía de los párpados
Como es lógico, antes entrar a quirófano, será necesario concertar una cita con el equipo de profesionales médicos encargados de llevarla a cabo. El doctor realizará una serie de preguntas como los motivos que te llevan a someterte a una blefaroplastia, los problemas oculares que padeces, si es que hay alguno o respecto a la producción de lágrimas.
Estas citas son esenciales, ya que en ellas podrás conocer al cirujano plástico que se encargará de tu intervención y a su vez, éste podrá conocer mejor tu caso en particular. Algunas enfermedades como el glaucoma, la diabetes, la presión arterial elevada o los problemas de tiroides son algunas de las enfermedades que pueden suponer un riesgo en la intervención.
Si usas lentillas, gafas, tomas algún medicamento de forma regular, tienes alguna alergia o fumas, debes comunicárselo al cirujano que se te asigne, pues de este modo podrán prepararte mejor para el tratamiento y los resultados serán óptimos. Así mismo, el cirujano te proporcionará todos los datos necesarios para la preparación de la intervención, pues él será quien te indique que alimentos puedes comer en un determinado periodo de tiempo, si puedes fumar o si debes utilizar maquillaje o no. Son unas pautas sencillas que favorecerán al tratamiento y te ayudarán a recuperarte mejor.
✅ Blefaroplastia superior e inferior
Para que conozcas mejor en qué consiste esta intervención, vamos a detallar paso por paso el procedimiento que se sigue habitualmente para devolverle a tus ojos esa naturalidad y juventud que quieres conseguir. Es necesario que sepas que en esta técnica quirúrgica se extirpa una pequeña zona de piel, pues es precisamente esa piel que cuelga sobre el ojo y molesta la que se eliminará.
Hay dos tipos de blefaroplastia, la superior, que tal como hemos comentado anteriormente, se emplea en los casos en los que se elimina la piel sobrante superior, y la inferior. En ambos casos se extirpa la piel sobrante y se restaura la tensión natural del músculo. En la blefaroplastia inferior, además de retirar la piel sobrante, se eliminan también las bolsas de grasa que forman las antiestéticas bolsas de los ojos.
En la blefaroplastia superior se elimina la piel sobrante y en algunos casos se extirpa también parte del músculo orbicular subyacente. Como ya hemos comentado, no en todos los se actúa del mismo modo, pues a pesar de perseguir el mismo objetivo en todos ellos, algunos requieren la extirpación de una parte del paquete graso interno.
La intervención se realiza bajo los efectos de anestesia local y sedación, pues sólo en unos pocos casos se opta por la anestesia general. Para comenzar, se marca previamente la zona sobre la que intervenir, resaltando la zona pactada previamente para poder actual sobre ella. Se realizan incisiones en dicha área y se va extirpando el exceso de piel. Las incisiones que se realizan coinciden con los pliegues naturales de los párpados, de modo que las marcas que queden tras la intervención son imperceptibles.
Tras las tres horas que suele durar la intervención, el paciente solo necesita permanecer en las instalaciones médicas unas horas, pues la recuperación es muy rápida. No obstante, es recomendable contar con algún familiar o amigo que te ayude, pues durante el tiempo de recuperación no podrás realizar todo por ti mismo.
En cuanto a la blefaroplastia inferior, puede realizarse de dos formas diferentes, por vía externa o interna. Por vía externa se procederá a aplicar un pequeño corte justo en la zona inferior de las pestañas, a través de él se extraerán las bolsas de grasa y con una fina sutura se cerrará el corte, al mismo tiempo que se tensa la piel. La otra opción, por vía interna o también conocida como transconjuntival, se realiza una incisión en la parte interna del párpado y a través de ella se extrae la grasa sobrante.
Si durante la operación se interviene en los cuatro párpados, la duración de la misma será mayor, mientras que si se interviene únicamente en los párpados inferiores, por ejemplo, la duración puede ser de media hora. Pues como puedes ver, se trata de una operación de lo más sencilla y de la cual se obtienen unos resultados increíbles. Si tú también quieres que tus párpados luzcan firmes de nuevo, no lo dudes más y ponte en manos de profesionales que te devuelvan esa apariencia juvenil y fresca en la mirada.
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