Los gérmenes y tú bebé
Los gérmenes son parásitos y pueden vivir en el cuerpo de un individuo durante mucho tiempo, desde unos días hasta años. Infectan las células rápidamente y extraen su energía para vivir. Los gérmenes producen unos deshechos llamados toxinas, que son las que producen los síntomas de las diferentes enfermedades de las que pueden ser causantes estos microorganismos.
Los bebés no son capaces muchas veces de luchar contra los gérmenes ya que su sistema inmunitario no está completamente desarrollado. Éstos, y sobre todo los menores de 6 meses y los bebés de riesgo pueden ser contagiados de forma más fácil y las enfermedades que desarrollen a partir del contagio pueden llegar a convertirse en graves. Por ello, se debe evitar el posible contacto de los bebés con los gérmenes lo máximo posible.
El Virus Respiratorio Sincitial es un germen que provoca infecciones en los bebés menores de dos años principalmente. Se trata de un parásito que causa bronquiolitis en prácticamente el 100% de los casos de contagio.
El VRS es altamente contagioso, sobre todo en población infantil, ya que puede transmitirse a través del aire, por el contacto con las manos o por la respiración e, incluso, mediante los objetos y juguetes con los que pueda estar en contacto el niño. El VRS es capaz de sobrevivir en cualquier superficie durante cinco horas aproximadamente.
Es fácil que exista contagio del VRS en todos los miembros de la misma familia, en los colegios y guarderías, en los hospitales si no se aísla a los enfermos y en el resto de lugares cerrados y sin ventilación. Por eso se debe intentar reducir el riesgo de infección en la población infantil para evitar así complicaciones que puedan sufrir los bebés, sobre todo los que están en riesgo por padecer otras enfermedades.
Reduciendo el riesgo de infecciones
Existen medidas que los padres deben tomar para evitar que sus bebés se infecten con algún tipo de germen:
- Medidas higiénicas y de limpieza como lavarse las manos cuando se está en contacto con el bebé, cuando se prepara su comida o cuando se cambia de pañal, taparse la boca al toser o estornudar, mantener limpias y desinfectadas las superficies con las que está en contacto el bebé, limpiar sus juguetes, lavar bien su ropa con un jabón neutro, utilizar material de higiene y alimentación distinto al del resto de la familia o utilizar pañuelos desechables.
- Mantener alejadas a las personas con resfriados o enfermedades que puedan contagiar al bebé.
- La alimentación a base de leche materna es beneficiosa para la salud del niño porque proporciona anticuerpos para poder combatir los gérmenes que penetren en su organismo.
- Procurar no estar mucho tiempo en espacios cerrados y sin ventilación o en ambientes muy fríos o cargados.
- No exponer a los niños al humo del tabaco porque debilita las mucosas facilitando la entrada de virus.
- Para los bebés en riesgo, evitar llevarlos a la guardería antes de cumplir un año puesto que es el lugar donde más facilidad tienen los bebés de ser contagiados.
Es imposible evitar por completo el contagio de gérmenes, sin embargo, todas estas medidas, sumadas a las vacunas recomendadas por los médicos, contribuyen a reducir el riesgo de infección.
También existen tratamientos preventivos para evitar el contagio de virus como el Virus Respiratorio Sincitial, recomendados a lactantes y bebés con enfermedades respiratorias, cardiopatías congénitas, con síndrome de Down o prematuros.
Habla con tu médico
Las infecciones causadas por gérmenes son muy comunes en los bebés. Debes hablar con tu médico para pedirle información y consultarle acerca de los síntomas que tenga tu bebé. Puedes consultar al médico cualquier tipo de duda que te pueda surgir, tanto sobre la enfermedad como sobre los medicamentos preventivos y curativos de ésta.
Cuando un bebé presenta síntomas de enfermedad por el contagio de algún germen (fiebre, exceso de mucosidad, falta de apetito, vómitos, diarrea o inflamaciones), se debe acudir al médico o al hospital para que éste sea diagnosticado y se le pueda aplicar un tratamiento adecuado a la enfermedad que tenga.
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