La narcolepsia es un trastorno del sueño también conocido como síndrome de gelineau o epilepsia del sueño. No es un trastorno muy frecuente entre los adultos, se da en un porcentaje que oscila entre el 0,02 y el 0,16% de la población, y afecta en igual proporción a hombres y mujeres. El principal síntoma de este trastorno es una excesiva somnolencia diurna.
Además, hay casos en que aparece cataplejía, esto es, el paciente tiene episodios durante el día en que pierde de manera súbita el tono muscular. Esta repentina flacidez muscular hace que la persona se caiga. Otros síntomas de la narcolepsia son las alucinaciones hipnagógicas, hipnopómpicas y las parálisis del sueño.
Las alucinaciones hipnagógicas son alucinaciones auditivas, visuales o táctiles, que se producen antes del inicio del sueño. El término “hipnogógico” se refiere al período de transición entre la vigilia y el sueño.
La persona que tiene estas alucinaciones cree estar despierto, con los ojos abiertos, escuchando y viendo todo alrededor, pero con el cuerpo inmovilizado. Las alucinaciones hipnopómpicas tienen las mismas características pero ocurren en la etapa de transición del sueño a la vigilia, es decir, cuando nos estamos despertando.
La parálisis del sueño se observa también en el proceso de transición de la vigilia al sueño y del sueño a la vigilia, es decir, cuando recién se está durmiendo o cuando se está despertando. Es un mecanismo normal del cuerpo, que se activa para evitar que la persona se mueva al vivenciar sus sueños oníricos.
Las alucinaciones y la parálisis del sueño no constituyen en sí mismas una patología y es común que ocurran en el sueño de las personas, pero pueden darse a destiempo y estar asociadas a la narcolepsia, que constituye sí un trastorno.
Las personas con narcolepsia tienen el orden y la duración de los períodos de sueño alterados. El sueño MOR (cuando tenemos los sueños oníricos) ocurre al inicio del sueño, cuando lo normal sería que ocurriera luego de un lapso de sueño NO MOR (sueño más profundo y con menos actividad cerebral).
Los síntomas que mencionamos, la cataplejía y alucinaciones, son características normales del sueño MOR, pero en la narcolepsia, éstos se dan en momentos en que no debieran ocurrir. Ya vimos que la cataplejía ocurre cuando el paciente está despierto y las alucinaciones cuando se está durmiendo o despertando.
El cerebro del paciente no pasa entonces por las fases normales del sueño, lo cual trae varios efectos negativos que repercuten en la salud del paciente.
Las personas con este trastorno caen rápidamente en lo que parece ser un sueño muy profundo, cuando en realidad su sueño nocturno no incluye el suficiente tiempo de sueño NO MOR, así es que el cerebro va a tratar de compensar la carencia durante el día. Los narcolépticos despiertan de manera súbita y se sienten desorientados, tienen sueños muy vívidos que comúnmente recuerdan.
No es común que el paciente que sufre narcolepsia sufra los cuatro síntomas a la vez. El único síntoma que se repite siempre, es la excesiva somnolencia durante el día, y en segundo lugar, en un 80% de los casos, aparece la cataplejía en algún grado. Sólo el 10% de los pacientes agrega además las alucinaciones y la parálisis del sueño a los síntomas, pero ello se debe a que la persona muchas veces no recuerda estos episodios.
stinco diragno dice
MUY POSITIVA LA INFORMACION SE APROVECHA EN TOTALIDAD