El desbalance positivo, es decir, el aumento de lípidos y colesterol en la sangre es un problema que aqueja a millones de personas cada año en todo el mundo, y ha aparecido en toda la historia de la humanidad y animal desde el principio de su existencia; puesto que la dieta tanto de los humanos como de los animales es principalmente carnívora.
La carne en sus diversas presentaciones y sus derivados, es primordial para nuestro diario vivir, puesto que contiene componentes energéticos muy difíciles de reemplazar con una dieta a base de solamente vegetales; pero como todo, tiene sus pros y sus contras.
El consumo exagerado de carne y sus derivados (aceite y manteca, principalmente) conllevan enfermedades como la Dislipidemia y la Hipercolesterolemia, que a larga provocan patologías conjuntas de factores de riesgo como Hipertensión Arterial, Enfermedades Cardiacas, Patologías Oculares, etc., y todo esto por contener aceites saturados en su composición.
Pero no solamente podemos encontrar estos aceites en las carnes, también están presentes en productos lácteos y en un sin número de granos.
Para colmar nuestros males, tanto la Dislipidemia como la Hipercolesterolemia, son enfermedades silenciosas, es decir, ni el paciente ni el médico son capaces de reconocerlas a simple vista, es necesario un análisis sanguíneo para percatarlas antes de provocar síntomas asociados a otras patologías.
Solamente como médicos podemos presumir que alguien puede tener alguna de las dos, si el paciente posee sobrepeso u obesidad, pero como mencionamos solo puede ser presunción, puesto que la Obesidad no es un factor certero de aumento de ácidos grasos saturados en nuestro organismo.
Por ejemplo, un deportista que acude todos los días al gimnasio, realiza ejercicios cardiovasculares y posee una figura envidiada por el mismo Adonis, pero cuya dieta es principalmente compuesta de granos y carnes, puede tener Hipercolesterolemia y nadie nunca lo notaría hasta que comienza a tener síntomas de Hipertensión Arterial o simplemente un buen día en medio de un partido de fútbol se detiene y muere con un paro cardiaco consecuencia de Infarto Agudo de Miocardio.
En este ejemplo todos pensarán al principio que la causa de la muerte puede ser miles de posibilidades desde una Malformación Congénita Cardiaca no diagnosticada hasta un Accidente Vascular Cerebral o un Tumor Neurogénico cercano al núcleo nervioso de la raíz del nervio vago o X par, pero nadie (médico o no médico) pensaría que ese muchacho de 22 años y deportista puede morir por aumento de lípidos saturados en la sangre debido a una dieta mal controlada.
Este y muchos casos más se presentan cada día en las noticias, otros más obvios son los casos de personas obesas con muerte por IAM (Infarto Agudo de Miocardio) o por Diabetes Mellitus. Al final todos tienen una relación. El diagnóstico de una dieta no balanceada.
La solución tanto para evitar cualquiera de estas patologías como para tratarla eficientemente es una dieta balanceada. Es absurdo pensar que por ser médico o nutricionista, cuando le digamos al paciente que debe eliminar la carne de su dieta o empeorará, el paciente va a cumplir al pie de la letra nuestro cometido. Muy diferente si se le dice que va a morir pronto. Pero resulta que pasado dos meses, el paciente después de eliminar la carne de su dieta solo ha disminuido un poco sus niveles de triglicéridos y/o colesterol en sangre y además está un poco anémico. Resultado un tratamiento malo, el médico que no maneja la nutrición, pensará que el paciente es un mentiroso y come carne a escondidas. Sin darse cuenta que el inepto es él o ella (el propio médico). Y esto por los siguientes errores:
– Le pidió a un paciente adicto a la carne que la eliminara. Su cuerpo acostumbrado hasta la fecha, muere de ansiedad, esto libera con más rapidez los triglicéridos y el colesterol acumulado en la grasa corporal y además absorbe mucho más las mismas partículas de cuanto otro alimento ingrese al sistema digestivo.
– Por otro lado le pidió que redujera las carnes, pero se olvidó que los granos (arroz, frijoles y trigo) contienen gran cantidad de grasas saturadas. Y lo más probable es que seguramente el médico no sabe que un plato hondo entero de garbanzos tiene tres veces más grasa saturada que una porción grande de carne de cerdo magra.
– Para rematar al pobre paciente desesperado no le informó que ampliara en su dieta vegetales y frutas.
– Total: Muerte del paciente con culpabilidad del médico por mal informante.
CONSEJOS DIETÉTICOS PARA LA DISLIPIDEMIA Y LA HIPERCOLESTEROLEMIA
Como ya debe saber si ha leído nuestros artículos anteriores nosotros no le indicaremos una dieta paso a paso, pues eso ya está contraindicado, simplemente ayuda a aumentar el stress de la persona. Nosotros le aconsejaremos sobre lo que debe aumentar o disminuir en su dieta.
– Disminuya la cantidad de carne roja o carne de pollo en su dieta, a un cuarto de lo usual. Y procure alimentarse con más carne de cerdo. Los pescados también deben ser reducidos a excepción de la trucha, atún, salmón y otros pescados blancos.
– Cocine con aceite de oliva (solo una cucharada por sartén), no consuma más aceites de otro origen (ni de origen animal ni vegetal) aunque digan light. Si le preocupa el precio elevado de estos aceites, saque la cuenta, con aceites de otro origen, cuando cocina usted usa unas 3 cucharadas o más al freír una bistec, con aceite de oliva no solo por lo saludable sino motivad@ por el precio solo utilizará una cucharada máximo, mejor si solo es una cucharadita (use sartenes de teflón para que se esparza más) y así ahorrará muchísimo. Una botella pequeña de aceite de oliva puede durar hasta más de 3 meses para dos personas. Imagine cuanto ahorrará. Lo caro le saldrá barato al final.
– En vez de consumir todos los días arroz o pastas, reemplácelos con vegetales, especialmente los verdes y los rojos. Usted notará que con la ayuda de condimentos en su ensalada, el vinagre y un poco de aceite, su plato de vegetales y un trozo de carne, quedará muy sabroso.
– Luego de las comidas si aún tiene hambre, coma lo que desee de cualquier fruta natural (no enlatada), en especial la manzana.
– El jugo de linaza es excelente para disminuir el colesterol. Sin embargo los factores de su acción aún no están bien determinados, aunque muchos estudios corroboran su efecto positivo en estos casos.
– No siga el consejo de todo hervido y crudo, eso es desagradable para cualquier persona, aunque diga lo contrario. Simplemente invente platos que no lleven pastas, ni granos, ni alimentos fritos con abundante aceite. Y altérnelos en la semana con platos que si lleven arroz o pastas, sólo recuerde comer en estos casos 2/3 o mejor aún 1/3 del tamaño que se sirve usualmente.
– Si consume productos lácteos, trate de comprarlos desnatados. Pero si son muy difíciles de conseguir o su precio es elevado, entonces trate de consumir más yogurt light y trozos pequeños de queso light. El sabor de ambos al principio es diferente y para muchas personas hasta desagradable, en el caso de los yogures trate de endulzarlo con estevia (no utilice edulcorantes químicos), pero notará que con el tiempo adquirirá un gusto por estos productos.
– En vez de pan consuma galletas integrales o de agua.
– Todos los mariscos son permitidos, aunque especialmente los bivalvo (mejillones, ostras, almejas, etc.), calamares y langostinos con moderación.
– Igualmente no tema de los helados.
– Consuma agua todo el día, y si solo consume bebidas gaseosas, trate de que estas sean las que terminan en Zero o Light.
– Si usted padece de Hipertensión Arterial trate de evitar todas las bebidas y dulces que estén edulcorados con Aspartame.
– No le tema al huevo, actualmente se descubrió que sus niveles de colesterol son ínfimos comparados con muchos otros alimentos de consumo habitual.
– Por último, realice algún ejercicio físico todos los días pero de intensidad moderada, como caminar o deportes (voleibol, baloncesto o natación). Durante media hora.
– No consuma bebidas alcohólicas en exceso y si lo hace, preferentemente que sea vino (máximo 3 copitas al día). No se aconseja en personas con Obesidad, Hipertrigliceridemia y mujeres embarazadas.
fuentes bibliográficas:
1. Dietas.net
2. EnBuenasManos.com – Sección Nutrición
3. ZonaDiet.com
4. Dieta, Nutrición y Prevención de Enfermedades Crónica de la OMS/FAO
5. Artículos de la Enciclopedia Virtual de Medicina del Gobierno de los Estados Unidos – MedLinePlus
6. Nutrición. net
7. Botanical-Online.com
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