Un podólogo es un profesional médico que se especializa en el tratamiento de trastornos de los pies y las extremidades inferiores. Al igual que cualquier otro especialista, los podólogos tienen varias herramientas para ayudarlos a hacer el trabajo.
Todas estas herramientas médicas tienen un propósito específico para ayudar a un podólogo mientras trabaja en sus pies. Algunas pueden parecerse a elementos cotidianos y otras pueden parecer muy extrañas e incluso un poco intimidantes.
¿Qué herramientas usan los podólogos?
Aquí hay una lista de algunas de las herramientas médicas más comunes que usa un podólogo y para que se usan.
Limas de uñas: las limas de uñas actúan como papel de lija. Gradualmente liman la uña. Se utilizan para ayudar a nivelar las uñas que están rotas, enderezar las uñas que se cortan torcidas y para quitar pequeñas cantidades de uñas cuando el cortaúñas se queda grande para cortarlas.
Cortaúñas: la mayoría de las personas tienen un juego de estos en su casa. Su función es cortar las uñas de los pies que empiezan a alargarse demasiado. Si no mantiene las uñas de los pies con regularidad, pueden convertirse en uñas encarnadas y estas pueden producir dolor, infección y sufrimiento.
Fresas para podología: las fresas son un instrumento muy utilizado por los podólogos para tratar uñas encarnadas y rebajar uñas engrosadas y duras.
Bisturí: un bisturí es una hoja muy afilada que se utiliza a menudo como material quirúrgico. En podología, también se puede utilizar para quitar las verrugas adormecidas mediante un anestésico local.
Autoclave: esta máquina calienta otras herramientas podiátricas a una temperatura muy alta. La alta temperatura desinfecta las herramientas para que puedan volver a utilizarse como material de podología esterilizado.
Taladro de desbridamiento de piel dura: es para aquellos callos y otros tejidos duros dañados que son difíciles de quitar. Limpia lentamente el tejido para que ya no moleste a la persona.
Silla de podología: incluso la silla en la que se sienta cuando visita al podólogo tiene un propósito. No solo lo mantiene en la posición correcta, sino que también puede contener suministros adicionales para trabajar con más comodidad y eficacia.
Pinzas: las pinzas también son una herramienta muy importante. Las pinzas hemostáticas y arteriales se utilizan durante una cirugía de pie, mientras que las pinzas de vendaje son necesarias para cubrir las heridas del pie. También están las pinzas de toalla se utilizan para envolver un apósito para los pies y las cortinas de fijación.
Separadores de uñas: estos separadores se utilizan para hacer un corte o una incisión en la uña. Ayudan a eliminar las uñas encarnadas que están incrustadas en la piel.
Esponja de gasa: la esponja de gasa siempre confiable es otra herramienta esencial en el arsenal de suministros de podología. Se utiliza para vestir un pie diabético. Un podólogo también puede usar esto para tratar el maíz en el pie.
Dado que la podología es un campo variado, también se pueden usar muchos tipos diferentes de suministros además de estas herramientas comunes. Los podólogos pueden agregar herramientas a su colección a medida que avanzan en sus carreras, brindando servicios nuevos y más efectivos a los pacientes.
Visitar al podólogo es necesario cuando se padecen problemas de pie y tobillo como juanetes, callos, neuromas y demás. Si padece alguna de estas afecciones, es importante que consulte a un podólogo de inmediato para recibir tratamiento:
Dedos en martillo
Retracción de uno o más dedos que provocan roces y callosidades. Se suelen acompañar de juanetes.
Utilizar calzado ancho. Eliminar las callosidades y colocar ortesis protectoras.
Espolones de cálcaneo
Dolor que aparece en el talón por una inflamación del tejido del talón que acaba endureciéndose. Se suele acompañar de una desviación del pie.
Sesiones de fisioterapia y tratamiento farmacológico para reducir el dolor. Se deben aplicar taloneras o plantillas dependiendo de la causa de aparición.
Hongos
Infección por hongos microcóspicos de piel y uñas de los pies. En la piel causa unas ampollas de aspecto rojizo y picor. Las uñas, por su parte, adquieren una tonalidad amarillenta
Tratamiento farmacológico con controles periódicos del podológo
Juanetes
Desviación del primer dedo, que provoca la aparición de una protuberancia en un lado del pie. Están causados por diferentes factores.
Descubrir porqué se han producido y aplicar el tratamiento:ortesis correctoras, plantillas u ortesis protectores. Se puede acompañar de rehabilitación.
Metarsalgias
Dolor en la planta del pie que se suele acompañar de callosidades centrales. Suelen estar provocadas por un calzado alto y estrecho y/o por los juanetes.
Sesiones de fisioterapia y fármacos para reducir el dolor. Es indispensable aplicar unas plantillas ortopédicas y un calzado adecuado.
Neuromas
Tumoración benigna de los nervios situados entre el tercer y cuarto dedo. Provoca un dolor punzante en la planta del pie sin que se observe callosidad. Puede ser confundido con las metatarsalgias.
Plantillas ortopédicas con material de amortiguación en la zona dolorosa. A veces es necesaria la cirugía.
Onicocriptosis (uñeros)
Las uñas se clavan en los lados del dedo por varias causas: mal corte, calzado demasiado estrecho, golpes, infecciones por hongos, forma de caminar, etc
Se puede prevenir con un corte adecuado según las instrucciones del podológo. Una vez la uña está clavada hay que acudir con la mayor rapidez al podológo para evitar la infección y otras complicaciones
Sesamoiditis
Los huesos sesamoides son dos pequeños huesos situados debajo del dedo gordo que se pueden irritar e inflamar por un sobreesfuerzo.
Reducir el dolor mediante masaje terapéutico y fármacos. Aplicar una ortosis para amortiguar la zona dolorosa.
Tendinitis del tendón de Aquiles
Es la irritación e inflamación del tendón que esta situado detrás del talón. Suele estar causado por un sobreesfuerzo o un calzado inadecuado.
Sesiones de fisioterapia y tratamiento farmacológico para reducir el dolor. También se pueden colocar protecciones provisionales para evitar el roce.
Verrugas
Son infecciones por un virus que penetra en la piel y causa lesiones con aspecto de callosidad.
Eliminación con tratamiento farmacológico, bajo estricta supervisión del podológo.
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