El herpes interno, conocido con el nombre de herpes zóster o culebrilla ingresa en el cuerpo en cualquier momento de la vida. La primera manifestación es la varicela. Pero después puede “esperar” bastante tiempo dormido hasta volver a atacar.
Pasada esa infección típica de la infancia el virus se aloja en una terminación nerviosa (puede ser la piel o un ganglio) y queda latente hasta que algo lo despierta.
La gravedad o frecuencia de la afección es mayor en personas que tienen las defensas bajas y los ancianos.
Medicamentos para el herpes interno
Al acudir al médico por un tratamiento para el herpes interno seguro te dirá que existen varios medicamentos a tu disposición.
Pero debes saber que ninguno evita que el virus vuelva a hacer de las suyas. Por lo tanto déjame explicarte las alternativas que el especialista puede indicarte:
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Medicación antiviral
Se usan para reducir la gravedad y la duración de la enfermedad. El tratamiento comienza 72 horas del primer síntoma o de la aparición de la erupción (sobre todo en el torso pero también en la cara, el cuello, los oídos o los ojos). El dolor puede empezar mucho tiempo antes de que se notan las llagas o ampollas.
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Medicación antiinflamatoria:
Muchos médicos prescriben este tipo de medicamentos para el herpes interno.
Uno de los ejemplos son los cortiesteroides (como la prednisona) que reducen la inflamación y disminuyen el riesgo de padecer neuralgia postherpética que ataca los nervios de manera grave y el dolor se mantiene mucho tiempo después que las llagas se fueron.
- Otra medicación:
En el caso de que el herpes zóster se haya reavivado porque la persona sufre de depresión o estrés el médico le puede indicar consumir antidepresivos o ansiolíticos.
Si el paciente tiene dolores muy severos quizás lo único que calme los síntomas son los analgésicos narcóticos como la codeína. Si los signos del herpes no son muy graves y puedes vivir con normalidad quizás te convenga consumir un analgésico de venta libre como el ibuprofeno.
¿Y qué más puedo hacer además de tomar medicación?
Muchas veces las personas no deseas ingerir fármacos para tratar el herpes. Puede ser porque ya toma varias medicaciones o bien porque prefiere opciones más naturales y no tan invasivas para el cuerpo.
Mientras te estás recuperando del brote puedes tratar de descansar un poco más que de costumbre, tomarte vacaciones o unos días libres en el trabajo.
También te ayudará realizar diversas técnicas de relajación como el Tai Chi o la meditación, darte baños de inmersión con agua tibia y copos de avena y sobre todo disfrutar de actividades placenteras como jugar en familia, leer bajo la sombra de un árbol o sacar a pasear al perro.
De esta manera el herpes interno no podrá manifestarse y tú gozarás de una mejor salud. Lo ideal sería que puedas aplicar un programa integral como el del PROTOCOLO DEFINITIVO DEL HERPES, de Melanie Addington.
Con esta ayuda tendrás absolutamente todos los ángulos cubiertos para debilitar al virus cada vez más, a la vez que aumentas la capacidad propia de tu cuerpo para defenderse contra los ataques futuros. De esta forma podrás vivir prácticamente sin herpes, cuerpo sano y saludable.
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