Desde hace tiempo era un objetivo prioritario para los profesionales de la salud. Y ahora, según un estudio presentado en la versión online de la revista Translational Psychiatry, se habría conseguido identificar hasta 9 marcadores que están alterados en las personas que padecen depresión respecto a las que no.
Además, pudieron verificar los resultados de emplear una terapia psicológica (cognitivo-conductual) ya que realizaron otra extracción sanguínea a las 18 semanas de iniciar el tratamiento psicológico.
Como ha afirmado la coautora del estudio Eva Redei, “Este estudio indica claramente que podemos tener una prueba de laboratorio para diagnosticar la depresión, proporcionando un diagnóstico más científico, con mayores evidencias”.
Y es que, sí que existen numerosas pruebas sobre qué es lo que puede incidir en el inicio de una depresión o, por el contrario, aquellos factores que pueden protegerte frente a la génesis de una depresión.
Sin embargo, hasta ahora era tan solo una hipótesis de futuro el poder emplear un método como la analítica sanguínea para detectar la depresión.
Así, según las conclusiones del equipo científico que ha elaborado el estudio, que pertenecen a la facultad de Medicina de la Universidad de Northwestern de Chicago (EEUU), está muy cerca el momento en el que será posible diagnosticar un episodio depresivo mediante una analítica, del mismo modo que en la actualidad se identifica el colesterol.
9 Marcadores relacionados con los trastornos depresivos
En concreto los autores han encontrado 9 marcadores alterados (ADCY3, DGKA, FAM46A, IGSF4A / CADM1, KIAA1539, MARCKS, PSME1, RAPH1 y TLR7). Para encontrar las diferencias han efectuado la investigación en 2 grupos, por un lado un grupo de 32 personas con depresión y, por otro lado, un grupo de 32 sujetos sanos.
Así, pudieron comprobar como aquellos sujetos que padecían un episodio depresivo mostraban un patrón en sus marcadores diferente al que mantenían los individuos sanos.
Una de las conclusiones más interesantes a las que han llegado es que, una vez finalizada la terapia cognitivo-conductual y obteniendo en los test para identificar la depresión un resultado negativo, es decir, la persona se encontraba aparentemente curada, observaron que seguían existiendo 3 marcadores alterados.
Así, no solo sería posible diagnosticar un episodio depresivo, sino que también podrían identificar aquellos pacientes en los que su depresión está remitiendo o, inclusive, qué capacidad tiene la persona de responder al tratamiento actual y poder así individualizar la intervención.
Próximos pasos e investigaciones próximas
El estudio, que primero se realizó en ratones y ahora ha pasado a humanos, ha generado una enorme expectación por los resultados y las posibilidades terapéuticas y diagnósticas que deja entrever para el futuro.
Además de esto, los autores van más allá y explican que tienen intención de aumentar la muestra en próximas investigaciones para dotar de validez a los resultados obtenidos, tienen intención de “determinar la selectividad de estos marcadores en la población de pacientes que incluyen otras enfermedades psiquiátricas”.
Las posibilidades que se abren en el campo del diagnóstico y la salud mental son cada vez más grandes. Más que una necesidad, es una obligación continuar investigando y desarrollando maneras mas eficientes de hacer frente a un problema de salud de enorme prevalencia, como lo es la depresión.
¿Crees que se dedican los suficientes medios para su tratamiento y diagnóstico? ¿Consideras que esta vía es necesaria o se debería de indagar más en los aspectos ligados a la aparición de la misma? Siéntete libre de escribir tu comentario.
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