Las hemorroides son inflamaciones que se forman en las venas que se sitúan a la largo del recto así como en el ano. Las hemorroides también son conocidas comúnmente bajo la designación popular de “almorranas”.
Visualmente las hemorroides son pequeñas almohadillas que portan tejigo submucoso que contienen las vénulas y arteriolas superficiales del espacio que ocupa el ano.
¿Por qué surgen las hemorroides?
Las hemorroides surgen por distintos motivos, aunque normalmente son debidas por el esfuerzo que se realiza a la hora de defecar. Pueden semalarse las siguientes causas como las originarias de las hemorroides.
- Esfuerzo a la hora de defecar.
- Hemorroides producidas por un largo tiempo de estreñimiento. El estar estreñido exige un mayor esfuerzo a la hora de defecar, y ese esfuerzo lo sufren las venas del conducto anal a la hora de dilatarse, teniendo problemas a la hora de regresar a su estado original y natural.
- El hábito de estar sentado durante largos espacios de tiempo.
- Infecciones localizadas en la zona anal.
- Enfermedades que presentan la hemorroides como síntoma, (Ejemplo: Cirrosis hepática).
- Una mala alimentación no sólo puede producirnos un principio de hemorroides sino agravarlas por la ingesta de cierto alimentos que veremos más adelante.
- Malos hábitos a la hora de defecar. Se tiende a pasar más tiempo del que se debiera sentado en la taza del wáter (normalmente nos llevamos revistas, periódicos, libros, el teléfono móvil, etc.) y esto favorece la aparición de las almorranas y la complicación de éstas una vez aparecidas.
- Herencia. También se ha comprobado que existe una carga de herencia en la aparición de la almorranas. Se piensa que pueda existir una predisposición a padecer este tipo de problemas.
- Embarazo. Es bien sabido que las mujeres tienden a padecer hemorroides durante el embarazo. La tendencia natural es que desaparezcan tras el parto.
- Cargar peso en exceso también puede ser una de las causas.
Clasificación de las hemorroides
Por su ubicación, las hemorroides o almorranas suelen clasificarse en 2 grandes grupos:
- Hemorroides internas: Se sitúan dentro de la zona anal, en el punto en el comienza el recto.
- Hemorroides externas: Su ubicación es justo en el orificio canal, y en buen números de casos suele extender hacia afuera.
¿Cuáles son los principales síntomas?
El síntoma que refiere el mayor número de pacientes, y por el que es conocido este problema es el dolor localizado alrededor de la zona del ano. Dolor que habitualmente viene acompañado de la presencia de sangre de color rojo brillante entre las heces, así como en el retrete.
Además del dolor y la sangre, la presencia de las venas inflamadas alrededor del ano presentan la presencia de hemorroides.
¿Qué tratamientos existen para las hemorroides?
Mucho se ha escrito acerca del tratamiento para las hemorroides, sin que haya una solución única para este problema. A continuación repasamos las distintas soluciones indicadas a tal respecto.
Fundamentalmente se pueden contemplar dos tipos de tratamiento para las hemorroides: tratamientos quirúrgicos y no quirúrgicos que incluyen toda la gama de terapias y remedios naturales que veremos a continuación.
Tratamientos no quirúrgicos y naturales
- Diarrea: Tratar de controlar la presencia de diarreas, y en caso de aparición extinguirlas en el menor plazo de tiempo posible. La acidez de las heces en la diarrea contribuye al empeoramiento del estado general de las hemorroides.
- Higiene anal: Mantener una cuidada higiene en torno a la zona del ano.
- Tratar la zona anal con cuidado: Nunca frotar ni rascar esta zona, de este modo evitamos lastimarla y de paso se está previniendo la posible aparición de infecciones.
- Estreñimiento: Es imprescindible corregir la aparición de posibles estreñimientos, de modo que no se fuerce el recto y el ano a la hora de hacer las deposiciones. Una mayor ingesta de fibra, así como verduras y frutas ayudará a combatir eficazmente el estreñimiento.
- Baños de asiento: Aplicar, después de defecar, pequeños baños de asiento con agua tibia por el espacio de quince minutos aproximadamente. Tras el baño lavar la zona con agua fría. Es muy importante no aplicar jabón ni geles de baño.
- Evitar esfuerzos: La solución quizás más evidente de todas consiste en tratar de evitar cualquier esfuerzo a la hora de defecar.
- Papel higiénico: Evitar el uso de papel higiénico, independientemente de la suavidad del mismo. Siempre que sea posible utilizar el bidet para la limpieza y la hora de secar la zona, hacerlo con cuidado y nunca frotando.
- Hielo: Aplicar hielo, nunca directamente sobre la zona afectada, en un trapo o tela durante quince minutos una o dos veces al día. Ayudará a reducir la inflamación de la zona.
- Tiempo de defecación: Tratar de reducirlo al mínimo posible. Se suele hablar de los cinco minutos como de la cifra límite o tope para estar sentado defecando.
- Cremas: Hay productos que no necesitan receta y pueden usarse en el tratamiento de las hemorroides. Podemos encontrar cremas para disminuir la irritación, la inflamación, el picor y el dolor. En este caso es importante tener en cuenta las condiciones de uso del producto en cuestión, ya que algunos de ellos no pueden usarse cuando las hemorroides están sangrando. Por otro lado, como siempre indicamos, es muy importante consultar todo posible tratamiento con nuestro médico
Tratamiento ambulatorio
La mayoría de pacientes con grados I, II y III de enfermedad hemorroidal en los que el tratamiento médico falla pueden tratarse mediante tratamientos ambulatorios como las bandas elásticas, la escleroterapia y la coagulación con infrarrojos. La banda hemorroidal es la opción más efectiva.
Los objetivos del tratamiento ambulatorio son 3:
- disminuir la vascularidad
- reducir el tejido redundante
- aumentar la fijación hemorroidal a la pared rectal para minimizar el prolapso
Estos procedimientos se toleran relativamente bien, causando molestias y dolor mínimos. Sin embargo, los pacientes deberán entender que hay una tasa de recurrencias (las hemorroides pueden volver) que es variable, por lo que pueden necesitarse aplicaciones repetidas.
Ligadura con Banda de Goma. La ligadura con banda de goma se usa con frecuencia y es efectiva para tratar hemorroides internas sintomáticas. Sin embargo, el riesgo de complicaciones, aunque bajo, y el dolor tienden a ser más grandes que con otras modalidades de tratamiento.
Las complicaciones más comunes son el dolor anorrectal, el sangrado rectal, hemorroides externas trombosadas y síntomas vasovagales, lo que ocurre entre el 1% y el 3% de los pacientes. En pacientes que toman productos anticoagulantes está contraindicado este procedimiento debido al exceso de sangrado después de llevar a cabo el procedimiento.
Escleroterapia. Se realiza mediante la inyección de 3 a 5 ml de un esclerosante en la hemorroide interna. Es un procedimiento relativamente sencillo que puede usarse para hemorroides internas sangrantes y pequeñas. Los porcentajes de éxito están entre el 75% y el 89% para hemorroides de grados I a III.
Desafortunadamente, el seguimiento a más largo plazo muestra tasas de recurrencia mayores que con otros procedimientos. Este enfoque puede ser atractivo para los pacientes que tienen tendencia al sangrado, como los que toman productos antiagregantes plaquetarios o anticoagulantes. Las complicaciones son raras.
Coagulación Infrarroja. La coagulación infrarroja consiste en la aplicación directa de ondas infrarrojas que da lugar a necrosis de las proteínas dentro de la hemorroide. Se usa sobre todo para las hemorroides de grado I y II.
Tratamientos quirúrgicos
Debe tenerse en cuenta que el medio quirúrgico del tratamiento para las hemorroides debe emplearse siempre y cuando se hayan puesto en práctica todos los hábitos descritos dentro del tratamiento no quirúrgico.
A la hora de realizar una intervención quirúrgica se puede optar por métodos más o menos invasivos, la elección vendrá determinada por el estado en el que se encuentre la zona afectada. Entre los tratamientos menos invasivos pueden destacarse los siguientes:
- Crioterapia: La crioterapia se basa en la congelación de la zona afectada por hemorroides.
- Fotocoagulación realizada con láser: La técnica láser es utilizada para quemar las hemorroides.
- Fotocoagulación realizada con rayos infrarrojos: Semejante a la técnica anterior, pero basándose en el uso de infrarrojos.
- Escleroterapia: Consiste en inyectar una sustancia especialmente formulada para destruir el tejido hemorroidal.
- Banding: El banding también es conocido como “Ligadura realizado por medio de bandas hemorroidales”. Básicamente consiste en situar una goma en torno a las homorroides de modo que corte la circulación a estar pequeñas pretuberancias. De esta forma el tejido sufre una necrosis, por lo que la hemorroide desaparece.
Para este tipo de intervenciones se puede usar tanto una anestesia general como una anestesia de la zona concreta a operar.
La hemorroidectomía es el tipo de cirugía que más se suele emplear para eliminar las venas hinchadas. En este caso, existen dos tipos de procedimientos base: la intervención abierta y cerrada.
La intervención abierta consiste en extirpar las hemorroides con un bisturí eléctrico y dejar la herida abierta de modo que esta pueda cicatrizar por sí misma.
La intervención cerrada, por su parte consiste en retirar el tejido afectado por hemorroides dejando cerrada la zona.En el caso de los tratamientos invasivos, son los empleados para hemorroides de nivel o grado 3 y/o 4.
La mayoría de pacientes con hemorroides externas trombosadas se benefician de la excisión quirúrgica dentro de las 72 horas del inicio de los síntomas. Fuerte grado de recomendación basado en evidencias de baja calidad.
Aunque la mayoría de pacientes tratados de forma conservadora experimentarán una resolución final de sus síntomas, la excisión de las hemorroides externas trombosadas resulta en una resolución más rápida de los síntomas, menor incidencia de recurrencias e intervalos de remisión más largos.
La mayoría de las excisiones se pueden hacer en el medio ambulatorio, pero otras pueden necesitar intervención quirúrgica más extensiva en el quirófano.
En definitiva, siempre que sea posible aconsejamos recurrir a los remedios naturales para el tratamiento de las hemorroides, debido en parte a la cantidad de efectos secundarios y complicaciones que acompañan a los métodos más agresivos.
Dieta para las hemorroides
Uno de los factores más importantes a la hora de sobrellevar unas hemorroides es cuidar al máximo nuestra dieta. De hecho es un factor crucial que repercutirá sobre cualquier otro remedio o tratamiento que podamos implementar. De hecho problemas como el estreñimiento pueden hacer que el estado de nuestras hemorroides empeoren.
La base de una dieta adaptada es aumentar todos aquellos alimentos ricos en fibra. La fibra tiene una acción muy positiva a la hora tanto de prevenir como de mejorar el estreñimiento.
Por su propia naturaleza y composición, la fibra consigue hacer más blandas las heces, de esta manera a la hora de defecar no es necesario realizar un esfuerzo mayor contribuyéndose así a afectar la zona en la que padecemos almorranas.
Entre los alimentos ricos en fibra pueden mencionarse las legumbres (judías, guisantes, lentejas, etc.), las frutas y las verduras.
Si bien estos alimentos son aconsejados para nuestra alimentación, existen otros que deberemos evitar a toda costa. Básicamente son los siguientes.
- Café y bebidas alcohólicas: Por sus características vasoconstrictoras es aconsejable evitar el consumo de estas sustancias.
- Alimentos picantes: La ingesta de este tipo de alimentos contribuirá a aumentar la sensación de dolor de la zona afectada. Igualmente evitaremos salsas picantes y derivados con presencia de especias y pimienta.
- Azucares refinados: Pese a la tendencia general al alza a consumir azúcar refinado, no se hace ningún bien al organismo con la ingesta de este tipo de azucares. Dado su escasa aportación de fibras se favorece el estreñimiento. De igual modo, señalamos aquí alimentos como dulces y caramelos.
- Cereales (no integrales): Este tipo de alimentos se encuentran ya procesados, y en el proceso de elaboración se ha perdido la mayoría de la aportación fíbrica, por lo que su valor en este sentido es ciertamente escaso.
Los cambios dietéticos consistentes en un consumo adecuado de líquidos y de fibras es la terapia no intervencionista principal, de primera línea, para los pacientes con hemorroides sintomáticas. Esta es una recomendación fuerte, basada en evidencias de calidad moderada.
El estreñimiento y la alteración de los hábitos intestinales pueden jugar un papel significativo en muchos pacientes con hemorroides sintomáticas. P
ara los grados III y IV pueden necesitarse tratamientos más agresivos como una operación, pero para los casos menos graves o avanzados el aumento del consumo de fibras en la dieta y de la toma de líquidos se ha mostrado que mejoran los síntomas del prolapso medio a moderado y del sangrado.
A los pacientes también debe aconsejarse el mantenimiento de hábitos intestinales apropiados, para evitar el sangrado y el prolapso.
La importancia de la higiene
La higiene cobra un protagonismo especial en el caso de las almorranas. Resulta crucial mantener un estado de salud óptimo en la zona afectada. En la medida de lo posible resulta aconsejable dejar de usar el papel higiénico tradicional y encontrar otras soluciones más adecuadas. Básicamente pueden recomendarse dos métodos para realizar la limpieza después de defecar:
- Usar papel higiénico húmedo: Existen en el mercado un gran número de soluciones, desde el papel higiénico húmedo hasta las toallitas para bebés. Es importante no frotarse, sino limpiar con cuidado la zona afectada, cerciorándonos de que no queden restos.
- Baños de agua: Si nos encontramos en casa, otra opción es lavarnos directamente con agua (a la manera tradicional). Es más que aconsejable que únicamente usemos agua y no jabón, ni geles de baño, ya que podríamos irritar la piel.
Remedios caseros para las hemorroides
Existen muchos remedios caseros para las hemorroides que comúnmente son aceptados desde la tradición. Aunque desde aquí no podemos aconsejar ninguno de ellos de manera explícita, los ponemos a continuación en conocimiento:
Pimienta de Cayena
Se dice que la ingesta de manera regular de la pimienta de cayena favorecen la elasticidad de las venas del ano, recuperando de esta manera su estado natural. Por decirlo de alguna manera sencilla, la pimienta “desinfla” las venas afectadas. El remedio casero es sencillo, tomar todas las mañanas una cucharadita de cayena en un vaso de agua hasta notar mejoría.
El ajo y su fuerza antibacteriana
La fuerza antibacteriana del ajo es aconsejada para prevenir posibles infecciones en el conducto anal. Como se sabe, una posible complicación de las hemorroides son las infecciones, de ahí que antes hiciéramos hincapié en la adecuada limpieza tras cada deposición. El ajo combate las secreciones propias del estado de almorranas.
Baños de agua fría
Los baños de agua fría es el tratamiento natural para las hemorroides más utilizado, ya que la temperatura del agua actúa a modo de analgésico. Pueden realizar dos o tres baños al día, ya que resultan especialmente beneficiosos en el caso de las almorranas externas.
Baño de aceite de árbol del té
Seguimos con los baños de asiento. Otro remedio natural muy extendido es realizar un baño de asiento sobre el que se han vertido diez gotas de aceite del árbol del té. Es bueno que tomemos un baño de entre unos diez y quince minutos.
El jugo del limón
Otro remedio natural muy conocido es el de mezclar cinco cucharadas de jugo de limón en medio vaso con agua fría. Una vez tengamos la mezcla preparada, tomaremos un paño (de textura suave), empaparemos la solución y lo pondremos sobre la zona afectada unos diez o quince minutos.
¿Cómo prevenir las hemorroides?
La mejor forma de prevenir las hemorroides es procurar que las heces estén siempre blandas. Para prevenir las hemorroides y evitar los síntomas de las hemorroides podemos hacer lo siguiente:
- Come alimentos con alto contenido en fibras. Come más frutas, vegetales y granos enteros. Esto ablanda las heces y las aumenta de volumen, lo que te ayudará a evitar el estreñimiento y tener que apretar mucho, lo cual es la causa de las hemorroides o provoca un empeoramiento de los síntomas de las hemorroides si ya están presentes. Las fibras hay que añadirlas a la dieta despacio, para evitar problemas con el gas.
- Toma muchos líquidos. Bebe de seis a ocho vasos de agua y otros líquidos, pero no alcohol, cada día, para evitar el estreñimiento.
- Considera los suplementos de fibras. Muchas personas no toman las cantidades recomendadas de fibra en la dieta diaria (de 20 a 35 gramos). Los estudios han demostrado que los suplementos de fibra que se compran sin receta ayudan a aliviar los síntomas de las hemorroides y su sangrado. Estos productos ayudan a mantener las heces blandas y la regularidad. Si usas suplementos de fibras, asegúrate de tomar todo el líquido que hemos aconsejado antes, porque si no, el estreñimiento que se produce va a ser todavía peor para las hemorroides.
- No hagas fuerza. Hacer fuerza y contener la respiración al defecar crea una gran presión en las venas del recto.
- Usa el baño en cuanto sientas la necesidad. Si aguantas hasta que se te pasen las ganas, las heces perderán líquido y se harán más duras, con lo que la evacuación será más difícil.
- Haz ejercicio. Mantén cierta actividad para prevenir el estreñimiento y evitar la presión en las venas, lo que puede ocurrir después de largos periodos de tiempo sentados o estando de pie sin movernos. El ejercicio puede ayudar también a perder peso, que contribuye a la producción de hemorroides.
- Evita periodos largos sin movimiento, estando sentado o de pie.Sobre todo estar sentado mucho tiempo aumenta la presión en las venas del recto y del ano.
Recuerda siempre consultar a tu médico para el diagnóstico y tratamiento.
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